La unión de las mujeres rurales emprendedoras
18/09/2023
En La Uvita, en Colombia, se inició recientemente un proceso muy interesante por el que las mujeres rurales de las veredas quisieron superar las limitaciones a las que se veían sometidas, y darle la vuelta a su situación, más allá de la pobreza, la carencia de recursos y las dificultades de un entorno arduo.
Estas mujeres se unieron bajo un espíritu emprendedor. Tejedoras por tradición, consolidaron la iniciativa que llamaron Teji-Uvita, una cooperativa de tejido que hoy agrupa a decenas de mujeres.
Fundación Juan Bonal apoyó esta iniciativa y ha estado promoviendo el valor social de este proyecto. Estas mujeres no cuentan con un empleo estable ni las condiciones necesarias que les permitan vivir dignamente. Muchas de ellas viven de pequeñas ventas callejeras, lavado y planchado de ropas ajenas, limpieza de pisos, trabajos esporádicos... Son mujeres emprendedoras, algunas víctimas de la violencia y madres cabeza de familia de escasos recursos económicos, que además deben responder por la crianza y educación de sus hijos.
Ahora, en Teji-Uvita, estas tejedoras trabajan materiales como la lana de oveja, el fique y otros materiales, con los que elaboran obras textiles. Además de esto, cada día se capacitan recibiendo formación. El tejido y las reuniones que entorno a él se forman, sirven para comenzar a hablar de otras cosas: equidad de género, relaciones humanas, emprendimiento y, sobre todo, la importancia de lo colectivo.
El objetivo de este proyecto es conseguir que estas mujeres no se dediquen únicamente a actividades domésticas y trabajos esporádicos, sino que consigan incorporarse en el mercado laboral, facilitándoles el emprendimiento de un negocio propio que les procure los medios para poder mantener una vida digna para ellas y sus familias. Conseguir la autonomía socio-económica les brinda independencia para tomar decisiones y afrontar la violencia, explotación, esclavización y abuso sexual.
Pero, ademas, este proyecto no solo tiene impacto sobre las propias beneficiarias, sino también en los niños, niñas y jóvenes a su cargo, evitando las carencias que sufrían, a todos los niveles, especialmente en cuanto a su educación, y salvarles de caer en la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución o ser el blanco de los grupos irregulares (guerrilla, paramilitares y delincuencia común).
Gracias a este hermoso proyecto, el trabajo textil logra ofrecer a estas mujeres y sus familias un medio de vida, una oportunidad y una esperanza en un futuro lleno de posibilidades.
Fundación Juan Bonal es expresión de solidaridad.
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