Filipinas: paso del tifón Haiyán

2013

Fundación Juan Bonal se movilizó rápidamente para ayudar a paliar la situación de emergencia. Instituciones locales que colaboran con las Hermanas viajaron a la zona afectada para evaluar las necesidades y carencias que la tragedia está generando. Las prioridades dentro del plan de acción se centraron en la alimentación y la sanidad.

La reacción fue inmediata, y se enviaron comida, conservas y otros víveres de primera necesidad a la isla de Malapascua, en Cebú, uno de los lugares más castigados por el paso del tifón. Los víveres se distribuyeron en función de las prioridades de la zona.

Además, se puso en marcha un doble proyecto de construcción de viviendas para familias que habían quedado sin hogar y de construcción de barcas y redes para familias de pescadores que habían qudado sin medio de vida. El Proyecto se llevó a cabo en la localidad de San Dionisio, a 3 horas de la Comunidad de Miag Ao.

En San Dioniso, las Hermanas conocieron a un bebé que nació justo en medio de ese tifón. Todo un símbolo de vida y de esperanza, de la resiliencia del pueblo filipino. Gracias a la ayuda de las Hermanas y del proyecto de Fundación Juan Bonal, lograron superar la tragedia y salir adelante.