Expresión de solidaridad

La pandemia revela la crudeza en la que viven los ancianos sin recursos en Guatemala

21/05/2020

21/05/2020 La pandemia revela la crudeza en la que viven los ancianos sin recursos en Guatemala

Las Hermanas de la Caridad de Santa Ana que trabajan en Boloncó han compartido con nosotros algunas reflexiones acerca de sus vivencias y la misión que desarrollan en los centros de atención a los mas vulnerables en Guatemala.

La pandemia global que ha causado el COVID-19 ha hecho que esta comunidad religiosa intensifique aún más su acción social. Han estado asistiendo a todos los necesitados, especialmente a los mayores que habitan la aldea donde se encuentran.

En el curso de su trabajo, han sentido un gran dolor al ver las condiciones en las que se encuentran muchos ancianos. Los descubren solos, desnutridos, viviendo en chozas que no disponen ni siquiera de los servicios básicos de agua o luz. Estas viviendas, aunque no se les pueda llamar así, tienen el suelo de tierra, paredes hechas con pedazos de tabla y el techo compuesto de guano. Las cocinas son fogones, o bien algunas piedras en las que las Hermanas encuentran una olla tiznada con unos pocos frijoles o tortillas para comer con sal. Sus camas son unos simples tablones sin colchón, o a veces una hamaca colgada.

Estos ancianos sobreviven de la caridad. Consiguen apenas alimentarse gracias a lo que alguna mano generosa les lleva. Viven el día a día pensando en "Dios proveerá algo" y, si no llega nada, se calman el hambre con tortilla y sal, acompañada de un vaso de agua.

Su salud es pésima. Estan desnutridos. Hay diabéticos, sordos, ciegos... Y, como ellos mismos dicen, muchos sufren "la enfermedad de la cabeza", porque se les olvida todo.

En este lugar no hay pensiones, no hay IMAS, no existe CONAPAN. Aquí, nadie los visita desde la seguridad social para controlar la diabetes, la hipertensión u otras enfermedades. No disponen de tratamientos. Tampoco hay centros diurnos donde puedan acudir para recibir un plato de comida. Una vez que pierden su fuerza para ganarse el sustento diario, pasan a ser como mendigos, prácticamente supervivientes del día a día.

Estos son los nuevos retos que, revelados por la pandemia, y además de aquéllos a los que ya se enfrentaban diariamente, han asumido las Hermanas en Boloncó. Visitan, acompañan, y procuran mejorar las condiciones de vida de estos ancianos. Tratan de defender la dignidad humana, que se encarna en Don Rodrigo, Doña Pascualita y tantos otros más.

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Fundación Juan Bonal mantiene abierta una campaña de ayuda a las víctimas y afectados por el COVID-19 más vulnerables.
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El importe íntegro de las donaciones será destinado a ayudar a las víctimas del COVID-19 en las misiones de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana en todo el mundo.

Más información:
www.fundacionjuabonal.org
https://colaborador.org/proyectos/

Fundación Juan Bonal es expresión de solidaridad.

 


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